Nací un 28 de febrero de 1984. Soy la menor de tres hermanos, mis padres son personas trabajadoras y honestas , a pesar de que no poseen un nivel de instrucción académico nos formaron a mis hermanos y a mi , con buenos valores y principios que nos han ayudado a tomar los caminos correctos cuando estamos en situaciones difíciles.
Soy de familia muy numerosa, crecí con mis primos, ya que vivimos muy cerca, con ellos compartí momentos agradables de mi infancia. Era una de las menores por tal motivo una de las consentidas, cosa que me agradaba porque estaban muy pendiente de mi. Ahora cada uno de nosotros vive su vida separado del otro pero cada vez que nos encontramos , compartimos y recordamos aquellos momentos especiales.
Años depuse entro a la universidad , la cual ha sido uno de los pilares que me han ayudado a crecer como persona ya que cuando llegué a Mérida me encontré con un entorno distinto al que había vivido hasta el momento. Estaba sola en una ciudad que prácticamente no conocía, esto implicaba responsabilidades con mi familia y conmigo misma ya que todo lo que hiciera, bueno o malo, me afectaba directamente.
Cuando tenia 21 años quedé embarazada. Esos momentos al principio no fueron muy agradables para mí, puesto que era algo que no fue planeado. No sabía que hacer, el padre de mi bebé me dejó sola con todas las responsabilidades que el tener un hijo implicaba, no sabía como decírselo a mi familia. Pasaban los días y mi bebé empezaba a crecer, ya pronto se iba a notar, en ese momento decidí dejar a un lado todo lo que me atemorizaba y afrontar los problemas. No solamente tenia que pensar en mi sino en ese ser que estaba creciendo dentro de mi.
Mi familia se molesto, puesto que ellos esperaban otras cosas d e mi, pero a pesar de todo nunca me abandonaron, al contrario siempre estuvieron conmigo apoyándome.
Mi embarazo trate de vivirlo al máximo. Para mi es la mejor experiencia que una mujer pueda experimentar, es increíble saber que el cuerpo de la mujer es tan perfecto que es capaz de dar vida a un ser humano. El tener un hijo es la experiencia mas maravillosa que como mujer me pudo regalar Dios.
Cuando sentí por primera vez las pataditas de mi bebé fue increíble, después de ese momento no paraba de moverse y comencé a sentirla cada vez más parte de mi. Luego pasaban los meses y poco a poco la veía crecer dentro de mi. A los cinco meses supe que era una niña, recuerdo que estaba loca por que fuera un varón, pero cuando pero
cuando el doctor me dio la noticia de que era niña me emocione toda y salí corriendo a comprarle su primera piyama rosada . Luego decidí que mi princesa se iba a llamar Any .
Cuando la vi por primera vez, fue espectacular, todavía no salía de mi asombro de saber que ya era madre, pero fue maravilloso el tenerla entre mis brazos y poderla amamantar.
Había nacido mi Any , la personita que mas había deseado tenerla conmigo. Luego fueron pasando los días y los meses y trato de así como en el embarazo de disfrutar al máximo de ella. Ahora ya mi Any tiene dos años y es la alegría de mi casa. Los abuelos están cada día mas enamorados de ella , y ella se aprovecha de todo y de todos para hacer sus tremen duras. Mi gorda es mi tesoro mas preciado y principal motivo y fuente de inspiración para seguir adelante y no caer en los momentos difíciles.
Doy gracias a Dios por todos los momentos buenos y difíciles que me han tocado vivir ya que cada uno de ellos me han dejado marcada con cosas buenas y positivas que sé me van a ayudar a afrontar los obstáculos que vengan mas adelante.